Queen Victoria Memorial
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Monumento a la reina Victoria
El Queen Victoria Memorial en Londres, Inglaterra, es uno de los monumentos más conocidos de Gran Bretaña y un impresionante tributo a la reina Victoria, quien reinó desde 1837 hasta 1901 y cuyo gobierno llevó al Imperio Británico a su apogeo. Esta obra de arte monumental se encuentra frente al Palacio de Buckingham y marca el final de la impresionante calle The Mall. Fue construido como punto central de un ambicioso proyecto urbanístico que buscaba remodelar la capital después de la muerte de Victoria en 1901. El Memorial no solo es un símbolo de veneración a la reina, sino también una obra maestra de arquitectura y escultura que refleja el poder y el esplendor de la era victoriana.
Arquitectura del memorial de la reina Victoria
La idea del monumento surgió poco después de la muerte de Victoria, pero su finalización se extendió a lo largo de varios años. El diseño fue creado por el arquitecto Sir Aston Webb, quien también fue responsable de la remodelación de la fachada del Palacio de Buckingham, y las esculturas fueron creadas por el escultor Sir Thomas Brock. La construcción comenzó en 1901 y el Memorial fue finalmente desvelado en 1911 por el Rey Jorge V, nieto de Victoria, aunque algunas obras no se completaron hasta 1924. Formaba parte de un plan más amplio que incluía la creación de un eje representativo entre Trafalgar Square y el Palacio, con el Admiralty Arch y The Mall como elementos de conexión. El Monumento fue financiado con donaciones de todo el Imperio, lo que subraya su estatus como símbolo nacional e imperial.
Importancia histórica del memorial
El Queen Victoria Memorial es un impresionante conjunto de mármol y bronce que se extiende sobre una superficie de aproximadamente 2,300 metros cuadrados. En el centro se encuentra una estatua de 5.5 metros de altura de la reina Victoria, esculpida en un solo bloque de mármol de Carrara. La estatua muestra a la reina en una pose majestuosa, con corona y cetro, con el rostro mirando al noreste, lejos del Palacio y hacia la ciudad. Sobre ella se alza una escultura de bronce dorado de la "Victoria Alada", que se encuentra sobre una bola y está flanqueada por dos figuras que representan "Constancia" y "Valentía". La cúspide del monumento alcanza una altura de más de 25 metros y es fácilmente visible, lo que le otorga una imponente presencia al Memorial.
Obras de arte de la era victoriana
Alrededor de la estatua central se extiende una plataforma circular con una balaustrada, adornada con más figuras alegóricas. Estas esculturas representan virtudes y logros de la era victoriana, como "Verdad", "Justicia", "Maternidad" y "Ciencia". Destacan los elementos náuticos en la base, como sirenas, figuras de Tritón y delfines, que hacen referencia al poder marítimo del Imperio. Los pedestales y escaleras están decorados con relieves y ornamentos elaborados que muestran la atención al detalle de Brock y la artesanía de la época. El mármol blanco contrasta de manera llamativa con los acentos dorados y de bronce, lo que le da al monumento una elegancia deslumbrante, especialmente bajo la luz del sol.
Información para visitantes del memorial
El Memorial no solo es una obra de arte, sino también un lugar de importancia histórica. Ha sido escenario de numerosos eventos públicos, incluidas ceremonias reales y celebraciones nacionales como el Jubileo de Diamante de la Reina Isabel II en 2012. Su ubicación frente al Palacio de Buckingham lo convierte en un punto de encuentro natural para turistas y locales que observan el cambio de guardia o disfrutan de las vistas a lo largo de The Mall. El área de jardines circundante, también parte del diseño original, agrega un oasis verde y invita a la relajación.
El cuidado del monumento está a cargo de los Royal Parks, quienes se aseguran de que se mantenga en un estado presentable. Sin embargo, existen desafíos ocasionales, como la limpieza del mármol que se oscurece con el tiempo debido a la contaminación del aire, o la restauración de los elementos dorados expuestos a las inclemencias del tiempo. Los visitantes elogian el impresionante tamaño y la profundidad de detalle del monumento, aunque algunos lo encuentran recargado o pomposo, reflejo de la era victoriana en sí, conocida por su extravagancia.